Como un oasis en medio del desierto montañoso, y enmarcado por doradas y rojizas lomas, aparecen tres ojos de agua termal en la falda de las pedregosas sierras albardoneras. Son las tres vertientes de los campos de La Laja, cuyo manantial más bajo y caudaloso alimenta 16 piletones ubicados dentro de un edificio construído al efecto, el de los Baños de Abajo, preparados para bañarse con agua natural. Pero además, este nacimiento surte también a una pileta externa de medianas dimensiones que hace las delicias de los viajeros. Se trata de una piscina ecológica con agua termal, de temperatura que oscila en los 26º, muy concurrida por la gente en verano, pues se siente un fresco agradable al penetrar en ella, y que por ser templada, en invierno contrasta su suave calor con el riguroso frío ambiental. Dentro del enclave, se encuentra también una pequeña pileta de poca profundidad para uso de los niños, habiéndose tomado además la precaución de ubicar la Proveeduría de alimentos y comida con quinchos mesas, sillas y parrilleros, cercanos a ambas piletas para ofrecer a los visitantes una mayor comodidad. Como para completar la estampa, el vasto paisaje que se domina desde este lugar y que llega hasta donde se pierde la vista, invita a disfrutar de un real, merecido y reparador descanso.
Piscina
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