El lugar donde están las termas de La Laja Spa resultó ideal para que en la antigüedad se establecieran asentamientos indígenas. De la misma manera, los visionarios y anteriores dueños del predio, Tomasa Albarracín y Daniel Marcó, consideraron sencillamente perfecto al pequeño valle encajado en las montañas y protegido por lampiñas lomas, para mandar a construir, hacia 1938, un edificio destinado a hotel que funcionó hasta 1977. Los primeros pobladores, indios prehistóricos, también hicieron uso de este atractivo lugar, de sus fuentes de agua y manantiales termales, de su suelo fértil y enclave protector para la cría de ganado, tal como lo testimonian antiguas pircas y petroglifos encontrados. Tanto los baños de aguas curativas, como las canteras de piedra Travertino, pertenecieron a los indios huarpes hasta 1593, año en el que el Capitán español Eugenio de Mallea se casa con la hija del cacique Angaco, señor de la zona, y toma posesión de estos campos en 200 leguas cuadradas. Luego pasó a manos de la Iglesia de Santo Domingo, y posteriormente a la familia Albarracín. Réplicas de chozas, cuevas, altares y casas, que rememoran la dominación incaica de aquellos tiempos, han motivado la organización de excursiones y safaris fotográficos para dejar registradas las evidencias de esos acontecimientos históricos y sus culturas.
Reserva Huarpe
Reserva Huarpe, Chozas
Reserva Huarpe, Chozas
Reserva Huarpe, Cuevas
Valle del Inca, Pircas
Valle del Inca, Casa y Patio
Valle del Inca, Casa y Tambo
Valle del Inca, Altares
Valle del Inca, Altar Plano